Exprime tus ahorros. Diferencia entre interés simple e interés compuesto


El dinero debajo del colchón cada día tiene menos valor.
Del mismo modo que vamos cada día a trabajar, ese dinero que tanto nos cuesta ganar debemos hacer que también trabaje para nosotros. 


Debemos diversificar las fuentes de ingresos.
Debemos  crear distintas fuentes de ingresos.
Debemos invertir nuestro dinero en distintos recursos.

Bolsa, acciones, fondos, trading, forex, criptomonedas, pisos y locales, oro,…


A la hora de invertir tu dinero es importante no solo fijarse en la rentabilidad media anual sino en el efecto que puede tener el interés elegido sobre nuestros ahorros.

Albert Einstein físico Alemán dijo una vez:
“La fuerza más poderosa del UNIVERSO es el interés compuesto”





No es una cuestión baladí.


Si analizamos en detalle cómo funciona esta fórmula y como es su exponencial impacto sobre el ahorro invertido.


Pongamos por caso que durante un periodo de 20 años invertimos 10.000 euros en un producto financiero de renta variable, como puede ser un fondo o plan de pensiones, con  una rentabilidad media anual del 10%.  (Es un ejemplo, ahora mismo ese tipo de rentabilidades en la banca convencional no existen)

Pasado este periodo de tiempo, habrá acumulado más de 67.200 euros, o lo que dicho en otras palabras habrá sextuplicado su dinero.  

Y el responsable de todo ello es el interés compuesto que durante 20 años ha trabajado del siguiente modo:

El primer año comenzamos con un capital de 10.000 euros.
Al finalizar el primer año conseguimos 1.000 euros de intereses.
Al año siguiente continuamos con 11.000 euros de capital (10.000 + 1.000)

Este segundo año conseguimos un beneficio de 1.100 euros.

El tercer año continuamos con 12.100 euros de capital (11.000 + 1.100)
Y así durante un periodo de 20 años.





Lo más importante es EL TIEMPO.
Cuanto antes invirtamos, mayor horizonte temporal tendremos para que el interés compuesto haga su parte.

Por ejemplo, con un 10% de interés anual, podríamos duplicar nuestro patrimonio en un plazo de siete años.


¿Y el interés simple?

Como su nombre propiamente lo indica, simplemente se multiplican los rendimientos por el número de años.  

En este caso da únicamente 20.000 euros a esos 10.000 euros iniciales que hemos puesto al principio.  Que en si mismos, están bien, pero si los comparamos con el interés compuesto hay una diferencia notable.


Esto es lo que nos da una idea de lo diferente que es TRABAJAR CON EL DINERO.




El resultado es mucho más espectacular si en lugar de hacer un ingreso único se van haciendo aportaciones periódicas en el producto financiero en cuestión.

Pongamos por caso que  ponemos 100 euros todos los meses.
Al cabo de 20 años, la inversión se incrementara hasta los casi 140.000 euros.

Es decir, si convertimos EL AHORRO en un recibo más al mes, no solo conseguiremos acumular dinero de forma cómoda y sin darnos cuenta apenas una vez habituados a ello.




Por ello no hay que retrasar decisiones importantes que afectan a nuestro bolsillo porque siempre tenemos la creencia de que ya tendremos tiempo para ello.

Mucha gente asocia el ahorro con un gasto, como algo que nos impide consumir, y por ello van retrasando el momento de ahorrar y crear un fondo para la jubilación o para lo que sea.

Uno mismo debe empezar a ahorrar cuando pueda.
Nunca es tarde y no hay una cantidad mínima para ello.


El tiempo juega a nuestro favor, y el interés compuesto ayudara cada año a que nuestros ahorros vayan creciendo, sea cual sea la cantidad.

"Nunca dependas de un sólo ingreso. Invierte para crear una segunda fuente". Warren Buffet.

Conoce una de mis fuentes de ingresos.